Por: Daniel Bogoya M
La calidad de la educación superior puede modelarse e
interpretarse mediante paradigmas variados. Hay universidades que basan su
modelo de calidad en la detección y exclusión
de aquellos individuos que no cumplen con los requisitos académicos dictados
por ellas mismas, en desarrollo de su autonomía; como resultado del paradigma
de la selección, sólo permanecen dentro de esa comunidad, aprenden cosas nuevas
y se gradúan los estudiantes que cumplen satisfactoriamente tales requisitos,
mientras que los demás aspirantes a ser profesionales son excluidos porque tal
vez no nacieron para estudiar o por presunciones similares.